formación interna, por patricia boletus

en el trabajo estamos haciendo un curso de formación interna sobre programas de diseño como photoshop y quark, que son básicamente los que usamos. a mi me encanta aprender, no me cansaré de decirlo, soy de esas repelentes que adoraba estudiar latín y descubrir el origen de algunas palabras o currarse los apuntes con esquemas para que además quedaran bonitos. me gusta saber.

el profe, que era majete, se enfrentaba a un grupo muy pero que muy heterogéneo, en plan, un alumno que sabía poner simétricos los dos lados de la cara de un retrato y quitarle los granos, y al lado otro mascullando «y dónde dices que está el bote de pintura? y la goma de borrar para que sirve?». aún asi, ha ograod salir al menos airoso de la situción porque nos ha dado trucos que nos pueden servir para todos.

por ejemplo, uno de los primeros ejercicios que hicimos, consistía en diseñar un cartel para promocionar EL LIBRO MÁS ABURRIDO DEL MUNDO. íbamos a ponernos manos a la obra cuando de repente dijo:

– y antes de empezar, quería contaros una cosa que me explicó alguien muy conocido…

-vale, vale, bien.

– tenéis que pensar en diez ideas, las primeras cosas que se os vengan a la cabeza cuando decís el libro más aburrido del mundo. y me las decís

-pues un libro bostezando

-alguien que se ha quedado dormido leyendo un libro

-un libro con telarañas

-un libro muy gordo y antiguo

-el tronco y la sierra

-la onomatopeya de zzzzzzzzzz

– …

– vale, ya tenemos diez, no? PUES AHORA NO PODÉIS UTIIZAR NINGUNO DE ESTOS. Si de verdad queréis llegar a la gente, ser originales y crear diseños propios, olvidaos de incluir lo que incluiría cualquier persona. pensad, y cuando hayáis pensado mucho, entonces habréis conseguido algo único.

La voy a llamar la teoría de los 10 topicazos o algo así. pero tiene razón. todos tendemos a lo fácil, a comportarnos por patrones, a dibujar calcando sin ir más allá. y cuando de verdad tenemos tiempo para pensar qué queremos hacer, qué queremos decir… es entonces cuando lo decimos de verdad. no está tan mal rechazar las diez primeras ideas para quedarnos con la siguiente y así decir algo más nuestro.